Toxina Botulinica

Como la lipoaspiración y el implante de silicona vinieron para revolucionar la cirugía plástica habiéndose consagrado, y hoy no se concibe pensar en prescindir de estos procedimientos, el botox vino también para quedarse como alternativa terapéutica imprescindible.
El medicamento es una toxina botulínica. Se puede utilizar con ese fin toda vez que se pretende inmovilizar un músculo con fines terapéuticos.

El resultado consta de dos beneficios, uno directo producido por la acción del medicamento, impidiendo la acción muscular compulsivamente; y el otro (muy importante) es la pérdida del hábito de hacer determinado movimiento vicioso, cuando ya el efecto del medicamento desapareció. A veces con solo una aplicación no se consigue eliminarlo totalmente, y entonces es necesario repetirlo. Puede ser reiterado tantas veces como sea necesario.

Los resultados se evidencian a partir del tercer día hasta el séptimo día de la aplicación, y se perpetúan por un período aproximado que varía de seis a ocho meses, siendo condicionados por la dosis colocada, la técnica (debe ser colocado integralmente dentro del músculo) y la capacidad de metabolización del medicamento.

Las arrugas frontales, hasta hace poco tiempo, eran tratadas a través de un lifting frontal con una incisión que se denominaba coronal (de oreja a oreja a 10 centímetros atrás del implante piloso) y se traccionaba el cuero cabelludo.

A veces cuando era necesario se retiraba el músculo frontal para eliminar los movimientos frontales; como consecuencia de este procedimiento a veces se formaba una impronta en el lugar donde se retiraba el músculo. Todo esto pasó rápidamente a la historia.

El efecto es totalmente reversible, pasada la duración de su mecanismo de acción la musculatura recupera integralmente su capacidad de retracción, perdiendo tan solo la actitud viciosa de accionarlos, independientemente de la voluntad. Inicialmente fue utilizado por los neurólogos y oftalmólogos con fines reparadores de patologías neurológicas. Posteriormente el uso del botox fue expandiéndose, en el área de la estética.

No se debe fraccionar el tratamiento, o sea no se puede tratar la frente y después de 15 días tratar las arrugas periorbiculares, poque estaríamos creando anticuerpos que perjudicarían la intensidad de efectividad en aplicaciones posteriores.

El resultado consta de dos beneficios, uno directo producido por la acción del medicamento, impidiendo la acción muscular compulsivamente; y el otro (muy importante) es la pérdida del hábito de hacer determinado movimiento vicioso, cuando ya el efecto del medicamento desapareció. A veces con solo una aplicación no se consigue eliminarlo totalmente, y entonces es necesario repetirlo. Puede ser reiterado tantas veces como sea necesario.