La región glútea representa uno de los más preciados
atributos de la identidad femenina actual, y en pro de ese
ideal de belleza la mujer moderna encamina sus anhelos
recorriendo consultorios de cirujanos plásticos y médicos
estéticos.
Las mujeres pueden tener nalgas pequeñas congénitamente o
haber perdido la turgencia por la edad, los embarazos,
adelgazamiento, o simplemente tener una flacidez en la
zona.
Una correcta evaluación especializada de estas pacientes
muchas veces nos muestra que, a pesar de que a primera vista
la cola carecería de proyección, forma y tamaño, en realidad
nos encontramos con que existe una desarmonía entre la región
glútea, específicamente, y las regiones que la circundan
(salvavidas –supraglútea-, pantalón de montar –trocanterica-,
muslo interno), alterando la belleza del conjunto.
En estos casos tan solo tratando el contorno de la región a
través de la lipoaspiración o lipoescultura, conseguimos un
resultado visual sorprendente, con una apariencia y proyección
satisfactoria o próxima a ella (la cola queda del mismo tamaño
pero se torna evidente al disminuir la región circundante).
Otras veces junto con este procedimiento podemos también
re-aprovechar el tejido adiposo retirado de la región
circundante y colocarlo en la región glútea, consiguiendo así
una proyección real que sumado a lo anterior permite un
resultado excelente.
En algunos casos, sea por no tener suficiente tejido adiposo
retirado, que sería utilizado para los injertos de gordura en
los glúteos, o la excesiva falta de sustancia en la cola, se
justifica la utilización de una prótesis glútea, asociándola o
no a la lipoescultura antes mencionada.
En el caso de optar por la colocación de una prótesis glútea, en primer lugar esta debe ser específica para tal fin, o sea, la película que envuelve el contenido más espeso, y la forma diferente de una prótesis mamaria, la vía de acceso es la interglútea de 4 a 5 centímetros de longitud que no se visualiza a no ser colocada debajo del músculo glúteo mayor, porque de lo contrario la misma se evidenciaría a simple vista o al tacto.
La colocación de una prótesis glútea se practica sobre anestesia peridural o general, previos exámenes de laboratorio. El tiempo de internación es tan solo el día de la cirugía saliendo de alta con una curación simple y una faja de compresión que deberá ser utilizada durante un mes, tiempo en que la paciente podrá permanecer barriga hacia arriba o hacia abajo, evitando las posiciones laterales durante el primer mes. Los puntos se retiran al octavo día, mientras que la actividad física puede comenzar paulatinamente a partir del primer mes.